No es un error que nuestra declaración de misión comience con "buscar poner el amor de Dios en acción". Hábitat para la Humanidad fue fundado como un ministerio cristiano, abierto a todos, y todavía creemos que poner nuestra fe en acción es la mejor manera de mostrar el amor ejemplar de Jesús. Las experiencias tangibles que ofrece Hábitat le permiten involucrar a quienes lo rodean, vivir su fe y ofrecer una oportunidad única de amar a su prójimo.
Ese amor se extiende a personas de todas las religiones y a aquellas que no tienen ninguna fe en particular, y unimos a las personas en función de nuestra visión compartida de un mundo donde todos tengan un lugar digno para vivir. Estamos dispuestos a asociarnos con todos los que creen en nuestra visión, independientemente de su raza, religión, edad, género, opiniones políticas o cualquiera de las otras distinciones que con demasiada frecuencia nos dividen.
Hábitat para la Humanidad y sus organizaciones afiliadas no harán proselitismo. Hábitat tampoco trabajará con entidades o individuos que insistan en hacer proselitismo como parte de su trabajo con Hábitat. Esto significa que Habitat no ofrecerá asistencia con la condición expresa o implícita de que las personas deban adherirse o convertirse a una fe en particular o escuchar y responder a mensajes diseñados para inducir la conversión a una fe en particular.
En Rochester, aproximadamente un tercio de las casas nuevas que construimos son financiadas y construidas por un grupo diverso de organizaciones religiosas.
